Según los relatos
del libro de tradiciones lambayecanas "A golpe de arpa" publicado en
1935, denominan como “El hijo aviador” por su afición a la aeronáutica, a José Mariano Aguilar Pastor llamado
“Marianito”, el primogénito del único matrimonio de José del Carmen Aguilar
Portocarrero con doña Rosa Pastor, que llegó al mundo el 6 de noviembre de
1893.
Pero el que hizo
carrera militar sobresaliente en la Fuerza Aérea Peruana fue el 3er hijo del
matrimonio, Juan Edmundo Aguilar Pastor, conocido por su 2do nombre de pila
“Edmundo”.
Edmundo Aguilar
Pastor cumplía sus veinte mil horas de vuelo el 17 de enero de 1931, en aquel
entonces con el grado de teniente.
Estuvo a cargo de
la Jefatura de la Sub-Base aérea de Chiclayo, que en época de la revolución
aprista de Trujillo en 1932, cumplieron misiones de reconocimiento así como las
de Bombardeo que fueron realizadas en medio del fuego de fusilería de los
civiles rebeldes no sólo de Trujillo, sino también en las ciudades aledañas.
Las unidades aéreas empleadas lograron regresar a sus bases.
El Comandante don
Edmundo Aguilar Pastor fue ascendido a Coronel de Aeronáutica por Decreto del
Poder Ejecutivo, según consta en el “Anuario de la legislación peruana – Tomo
XXXIX – del año 1948”.
De Lambayeque se
fue a vivir a Barranco en Lima y una avenida de este distrito de Barranco,
lleva ahora su nombre con el último grado que alcanzó postumamente:
“General Edmundo
Aguilar Pastor”
Según cuenta su sobrino Miguel Aguilar Fernández de Córdova (hijo de Mariano), a Edmundo Aguilar Pastor, el presidente del Perú Manuel Prado le ofreció ser Ministro de Aeronáutica, pero Edmundo no aceptó por no querer entrar en la carrera política.
Este sobrino Miguel Aguilar que a los corrientes del año 2018 cuenta con 92 años de edad y es un deleite escuchar con sus palabras las anécdotas de la familia Aguilar Pastor, cuenta que su tío Edmundo cada vez que llegaba a la ciudad de Lambayeque, sobrevolaba como “loco” los árboles “Ficus” de la plaza de armas y hasta las ramas se caían! …Los vecinos que escuchaban el ruido sobre la plaza de armas, decían “Ya llegó el loco Aguilar”, que era todo un personaje muy querido en su ciudad natal de Lambayeque!
Según cuenta su sobrino Miguel Aguilar Fernández de Córdova (hijo de Mariano), a Edmundo Aguilar Pastor, el presidente del Perú Manuel Prado le ofreció ser Ministro de Aeronáutica, pero Edmundo no aceptó por no querer entrar en la carrera política.
Este sobrino Miguel Aguilar que a los corrientes del año 2018 cuenta con 92 años de edad y es un deleite escuchar con sus palabras las anécdotas de la familia Aguilar Pastor, cuenta que su tío Edmundo cada vez que llegaba a la ciudad de Lambayeque, sobrevolaba como “loco” los árboles “Ficus” de la plaza de armas y hasta las ramas se caían! …Los vecinos que escuchaban el ruido sobre la plaza de armas, decían “Ya llegó el loco Aguilar”, que era todo un personaje muy querido en su ciudad natal de Lambayeque!
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Partida de
bautismo de José Mariano Aguilar Pastor, hijo legítimo de José del Carmen
Aguilar Portocarrero y Rosa Pastor, con inscripción del día del matrimonio
religioso de Marianito y su prima hermana Elvira Fernández de Córdova Pastor. (Información
obtenida por F. Gaviria Arana, bisnieto de su hermana Estefanía Aguilar Muro, a través de FamilySearch)
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Detalle del plano de calles del distrito de Barranco en Lima, con parte de la avenida que lleva el nombre del General Edmundo Aguilar Pastor.
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A GOLPE DE ARPA
Por Augusto León
Barandiarán y Rómulo Paredes
Págs. 234 y 235
**HIJO AVIADOR
Mariano Aguilar Pastor, hijo de José del Carmen Aguilar, poco después del triunfo y la muerte de Jorge Chávez, en tiempo de los escarceos de Bielovicic y las primeras fintas de Tenaud se constipó de ardor aviacionil, y le manifestó a su padre que había inventado una máquina voladora, que el mismo había construido, y que para hacer sus primeros vuelos, necesitaba de algunas libras.
_ Muy bien, muy bien, le respondió Aguilar. Voy a matar una ternera y te daré unas diez o veinte libras de carne serrana para tu invento. Con eso no sólamente podrás volar sino que también podrás vivir.
Prosiguiendo la historia anterior y volviendo el hijo a insistir, con el padre sobre la conveniencia de que lo dejara volar, y de la gloria, popularidad y triunfo que este hecho traería a toda la familia, le contestó Aguilar:
_ Puedes hacerlo, y hay un medio muy fácil, muy fácil: cómprate un poco de dinamita, la pones en un balde, te sientas sobre ella, le prendes un fósforo, y entonces vuelas más alto que Chávez.
Pero no sólamente el hijo quería ser aviador, sino también mozo elegante y “chuchito”.
Estando en Lima, contrató con el sastre Alfredo Otero, en cuya sastrería nos hemos vestido la gran mayoría de los “muchachos del Norte”, que vivíamos en Lima, un par de ternos casimir, de tela nacional, ofreciéndole pagar apenas su padre le enviara dinero, y al ofrecerle, Otero, hacer él mismo el telegrama, Marianito redactó éste: “José del Carmen Aguilar.-Lambaayeque.-Urge remitas giro.-Mariano”, ante cuyo disparo respondió el padre con este cañonazo:
“Mariano Aguilar.-Lima. Jiro murió.-Mando ajiseco”.
El único que tal vez le pueda “meter el resuello” al “mono” Lapoint, en eso del humorismo chispeante y en aquello de la viveza regional, es Aguilar, por ello es que pretendemos agotarlo.
Y para probar que no solamente en prosa-tira la prosa no más-era feliz, aquí regalamos una décima que le escribió a una muchacha, de quien estaba medio “aficionado”, porque no le había invitado a su “santo”, por encontrarse muy ocupada, atendiendo a los requiebros de otro voluntario del amor.
Si acaso la conocierasPágs. 234 y 235
**HIJO AVIADOR
Mariano Aguilar Pastor, hijo de José del Carmen Aguilar, poco después del triunfo y la muerte de Jorge Chávez, en tiempo de los escarceos de Bielovicic y las primeras fintas de Tenaud se constipó de ardor aviacionil, y le manifestó a su padre que había inventado una máquina voladora, que el mismo había construido, y que para hacer sus primeros vuelos, necesitaba de algunas libras.
_ Muy bien, muy bien, le respondió Aguilar. Voy a matar una ternera y te daré unas diez o veinte libras de carne serrana para tu invento. Con eso no sólamente podrás volar sino que también podrás vivir.
Prosiguiendo la historia anterior y volviendo el hijo a insistir, con el padre sobre la conveniencia de que lo dejara volar, y de la gloria, popularidad y triunfo que este hecho traería a toda la familia, le contestó Aguilar:
_ Puedes hacerlo, y hay un medio muy fácil, muy fácil: cómprate un poco de dinamita, la pones en un balde, te sientas sobre ella, le prendes un fósforo, y entonces vuelas más alto que Chávez.
Pero no sólamente el hijo quería ser aviador, sino también mozo elegante y “chuchito”.
Estando en Lima, contrató con el sastre Alfredo Otero, en cuya sastrería nos hemos vestido la gran mayoría de los “muchachos del Norte”, que vivíamos en Lima, un par de ternos casimir, de tela nacional, ofreciéndole pagar apenas su padre le enviara dinero, y al ofrecerle, Otero, hacer él mismo el telegrama, Marianito redactó éste: “José del Carmen Aguilar.-Lambaayeque.-Urge remitas giro.-Mariano”, ante cuyo disparo respondió el padre con este cañonazo:
“Mariano Aguilar.-Lima. Jiro murió.-Mando ajiseco”.
El único que tal vez le pueda “meter el resuello” al “mono” Lapoint, en eso del humorismo chispeante y en aquello de la viveza regional, es Aguilar, por ello es que pretendemos agotarlo.
Y para probar que no solamente en prosa-tira la prosa no más-era feliz, aquí regalamos una décima que le escribió a una muchacha, de quien estaba medio “aficionado”, porque no le había invitado a su “santo”, por encontrarse muy ocupada, atendiendo a los requiebros de otro voluntario del amor.
o sólo a verla llegaras
admirada tu quedaras
y de celos te murieras;
pero así, aunque quisieras
señalar tan mal talento
viviendo estoy más contento,
y de mejor parecer,
porque tengo al escoger
y de mejor “fundamento”.
Está demás decirlo, pero suponemos que toda esta inspiración se debió referir a la pistola del comisario Aguilar. **
∞
La presente biografía contiene varios errores, el primero de ellos la identificación del personaje. Su nombre era Víctor Edmundo Aguilar Pastor (Lambayeque, 1906 - Barranco, 10/1/1963). Era hijo de José del Carmen Aguilar Portocarrero (Lambayeque, 1863 - 3/6/1935) y de Rosa Pastor Muñoz (Lambayeque, 1873 - 25/5/1933), quienes había contraído matrimonio en Lambayeque el 25/9/1893.
ResponderEliminarAtentamente
Mg. Fernando Ayllón Dulanto
Historiador
fayllond@gmail.com
Estimado Mg. Fernando Ayllón Dulanto, en los archivos de la Parroquia de San Pedro de Lambayeque, su nombre de bautizo figura como Juan Edmundo Aguilar Pastor, hijo de J. del Carmen Aguilar y Rosa P. de Aguilar: https://www.familysearch.org/ark:/61903/3:1:33S7-95LL-S2YN?i=770&cc=1877097. Sin embargo, en su partida de defunción aparece como Victor Edmundo Aguilar Pastor: https://www.familysearch.org/ark:/61903/1:1:QLMY-N5P7?from=lynx1UIV8&treeref=KVG4-8GS. En realidad nació el 27 de junio de 1903. Es poco probable que haya nacido en 1906, ya que el mismo año nació su hermano Raúl Aguilar Pastor. Por otro lado, José del Carmen Aguilar Portocarrero nació el 16 de julio de 1863. Saludos! Mariano Aguilar Vela - Microbiólogo/Genetista.
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